Adriana Vila Guevara, cineasta y antropóloga, reflexiona en este texto a partir de la creación de su película Belén (2016) sobre las contradicciones en el desarrollo de un proyecto cinematográfico en un contexto de producción que limita la independencia creativa, más cuando se viene de la libertad de un trabajo etnográfico: «estaba entrando en la dimensión de las mecánicas de la industria cinematográfica, que me daría beneficios y aprendizajes, pero que implicaría también sacrificios, contemplando toda una serie de obligaciones, deberes y limitación de libertades. Ya había dado el primer paso. El rito de iniciación había comenzado y no había marcha atrás».
Este texto forma parte de nuestra serie Acerca de la imposibilidad de un cine antropológico.