Rodando el límite. Autogestión y disparate (2019-2020)

Rodando el límite. Autogestión y disparate es el título del proyecto desarrollado por La rara troupe en la temporada 2019-2020, en el que se  convoca a un grupo de personas con intereses combinados tanto en el audiovisual como herramienta (de expresión, creación e investigación) como en el malestar psico-social. El propósito es hacerlo extensible a colectivos y personas que se sitúan en «los márgenes» de lo que se entiende por normalidad, tanto en lo referido a cuestiones de salud mental como a cuestiones físicas, laborales o sociales en sentido amplio.

El proyecto se propone indagar en unas metodologías inversas, donde es La rara troupe la que propone y realiza la mediación con otras personas, afectadas o interesadas en cuestiones de salud mental.

El proceso de trabajo incluye dos talleres alrededor de la imagen y el sonido y la palabra y la realización de una serie de ejercicios audiovisuales, tanto individuales como colectivos, que servirán de preámbulo para el desarrollo de una película colectiva.


Ejercicio 10.2

El proyecto ha recibido el apoyo de la Convocatoria Art for change de La Caixa.

La humana perfecta (2018)


La humana perfecta, tráiler.

 

Disponible en:


Entre octubre 2017 y junio 2018, en La Rara troupe reflexionamos sobre los conceptos de cuerpo y diversidad afectivo-sexual y sobre los múltiples entrecruzamientos que se dan con la salud mental.

Durante un extendido proceso de creación y reflexión, el colectivo participó en un taller de escritura erótica con la activista y docente val flores (enero 2018) y visionó y comentó películas como Encuesta sobre el amor (1965) de P. P. Pasolini, El amor natural (1996) de Heddy Honigmann, Yes, We Fuck! (2015) de Antonio Centeno y Raúl de la Morena, Vivir y otras ficciones (2016) de Jo Sol, o El humano perfecto, (1967) de Jorgen Leth. Precisamente esta última ha sido reconstruida plano a plano, en una versión pasada por la mirada de La Rara troupe, para dar lugar a “La humana perfecta”, un ejercicio que contiene muchas de las reflexiones desarrolladas por el colectivo a lo largo de la temporada.

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Son curiosos estos días (2016)

Durante el mes de abril de 2016, los integrantes de La Rara Troupe estuvimos grabando nuestro día a día. Después nos reunimos para tratar de encontrar un sentido en el montaje de los materiales generados, quizás un diario compartido, quizás un cuaderno de lluvias. Todavía seguimos buscando.

A partir de la presentación de la película en el Encuentro LAAV_ 16: ¿Qué significa ser normal?, Alfredo Aracil, investigador y comisario, escribió:

No abundan espacios donde los productores culturales podemos compartir nuestras especulaciones, tan alejadas frecuentemente de la realidad social que las alumbra. Y tampoco suelen ser comunes los colectivos artísticos que funcionan como tal, a pesar de que categorías como obra o autor fueron puestas en entredicho hace ya décadas. En La Rara Troupe se juntan, de manera ejemplar, dos de las actitudes más interesantes que atesora el arte contemporáneo: por un lado, su trabajo de carácter colectivo es un fin en sí mismo, donde los modos de hacer y el proceso son tan importantes como el resultado; y por otro, su actitud política, que da respuesta al reto fundamental que todo productor debe enfrentar, esto es, no sólo reflexionar sobre cómo podemos vivir juntos, sino ofrecer modelos de convivencia más allá de lo meramente contemplativo. Algunos textos lo han definido como una política-estética, que vendría a renegociar la posición que normalmente ocupamos: la apertura de un abismo en el sentido dominante.

El mismo título de la sesión de trabajo del pasado jueves 24, ¿Qué significa ser normal? constituye una invitación para pensar en qué sentido todos somos diferentes pero idénticos. Es decir, cómo desde la más absoluta dignidad podemos reivindicar y disfrutar de nuestro derecho a ser otros, más de la violencia que entraña el lenguaje que hace de palabra como anormal o distinto herramientas de control social. Son curiosos estos días precisamente se apoya en esas variaciones subjetivas para articular un relato coral que no elude las partes más duras de la enfermedad mental. Aunque el tono general no es, ni mucho menos, melancólico ni tampoco reivindicativo en su sentido fácil. Por el contrario, en cada plano de la película se puede observar una fascinación por el mundo, un vitalismo y unas ganas de aprender que representar a la perfección qué es La Rara Troupe.

La Rara sueña (2015)

El  audiovisual se construye a partir de nuestras reuniones en el taller despues del verano de 2015. Encontramos el tema de “los sueños” sugerente para aunar varias ideas que cada uno/a había ido anotando en el verano con localizaciones, momentos o situaciones diversas. En paralelo a la elección del tema o contexto global de la película (los sueños), continuamos leyendo textos y visionando fragmentos de películas. En esta ocasión fueron importantes algunos ejemplos del realizador Albert Serra.

Uno de los textos que trabajamos fue un escrito que aportó Susana y que se convirtió en el hilo argumental que une las diferentes escenas de la película.

Las escenas o situaciones fueron pactadas por los protagonistas de las mismas, eligiendo lugar, momento del día y situación. Para el diálogo solo nos habíamos puesto una pauta “hablar de sueños pero sin nombrar la palabra sueños” .

Reproducimos un fragmento del artículo Los sueños como instrumentos etnográficos, de Marco Tobón1:

… si se admite la idea de que en los sueños se pueden adquirir «conocimientos tan legítimos y valiosos como aquellos que se obtienen a lo largo de la vigilia» (Niño, 2007: 295; Cheniaux, 2006: 171), los sueños pueden constituir, por lo tanto, un instrumento activo del mismo ejercicio etnográfico. Esto supone preguntarse por lo que sentimos, pensamos y vivimos a través de nuestros cuerpos durante esa otra mitad de la existencia que dedicamos a dormir. Como diría un famoso aforismo de Lichtenberg: «Nuestra historia entera es solo la historia de los hombres despiertos» (Galinier et al., 2010: 821), de ahí que prestarle atención a aquellos sueños relacionados con nuestras investigaciones, y a los sueños de nuestros interlocutores, formen parte de una especie de práctica etnográfica de la noche (Galinier et al., 2010: 835), que no solo puede motivar discusiones profundas junto a las personas con las que trabajamos en aquella realidad compartida, sino una fuente de información e inquietudes antropológicas en sí misma. En muchas sociedades el sueño se encuentra instituido de tal modo que una experiencia, en apariencia estrictamente individual, sea una forma de comunicación no solamente con el «otro mundo», sino también entre seres humanos (Perrin, 1990: 11)  […]

Estas referencias ponen al descubierto que los conceptos, las prácticas culturales y los sueños se encuentran mutuamente implicados. La mente y los sueños son afectados por las experiencias culturales, y a su vez, compartir y narrar los sueños contribuye a alimentar las formas en las que sentimos y pensamos tales experiencias (Hollan, 2004: 172). La práctica etnográfica, a mi modo de ver, no escapa de esta situación. Pues los sueños que se experimentan, sean propios o de nuestros interlocutores, relativos a los problemas estudiados, están ofreciéndonos mensajes e ideas sobre nuestras propias vivencias, sobre las relaciones con quienes trabajamos, sobre el proceder mutuo, sobre nuestras inquietudes morales intelectuales y sobre las manifestaciones históricas de la realidad con la que nos deparamos.

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1Tobón, M. (2015). Los sueños como instrumentos etnográficos. AIBR, Revista de Antropología Iberoamericana, 10 (03): 331-353. DOI:10.11156/aibr.100303

Fin de línea (2014)

Fin de línea supone la primera experiencia en colaborar en la creación y montaje de los materiales entre todos. En este trabajo, desarrollado a lo largo de un trimestre, ligábamos directamente los temas del grupo de lectura con los temas de nuestras películas.

Si en los meses anteriores nos habiamos centrado en la vulnerabilidad a partir de los textos propuestos por Esquizo Barcelona y en la carta al padre de Kafka propuesta por Fernando Colina, en este ocasión y a propuesta de varios integrantes del grupo, habíamos comenzado a leer textos de antipsiquiatria. Por otro lado coincidió con la exposición Luke Fawler: Sentido común, que visitamos en la Fundación Cerezales, y que incluía las películas All Divided Selves (2011) sobre la figura del psiquiatra escocés R.D. Laing y Bogman Palmjaguar (2007), un retrato de un antiguo paciente de R.D. Laing. Por lo tanto, Fin de línea podemos decir que es la película en la que más directamente hablamos sobre cuestiones de salud o sufrimiento mental.

En esa temporada habíamos comenzado también a asistir al estudio de grabación de Rafael Martinez del Pozo en Castro de la Cepeda, donde buscábamos experimentar con el sonido, por un lado, y salir del espacio del museo por otro.